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Han transcurrido 21 años desde que decidí entrar a la facultad de Derecho, no fue fácil ni mi primera opción, pero ser astronauta o antropólogo en este país (Ecuador) no eran alternativas viables, así que tomé la decisión de aventurarme en uno de los viajes más enriquecedores de mi vida, el mundo jurídico.

A lo largo de esta aventura, probé distintas áreas, civil, penal, laboral, menores, familia, mercantil, societario, pero no creí que la rama que más me apasionaría sería la informática o como la conocemos hoy en día derecho informático, y que a través de ella encontraría temas relacionados con otras carreras que me hizo comprender que ser abogado es una profesión inmensamente noble que nos abre el camino en cualquier otra y nos permite desenvolvernos sin ningún problema.

Sin embargo, hace 2 años, tomé la decisión de alejarme un poco del derecho y embarcarme en una nueva aventura, estudiar peluquería, y cosmetología, y no llegué nunca a imaginar cómo esta nueva aventura se convertiría en un reto de curiosidad para mí desde el campo legal, jamás pensé que estas profesiones tan distintas y tan alejadas, podrían converger de una manera tan cercana.

Quizás ahora están confundidos, y no dan con el punto de encuentro de estas  profesiones, ambas tan bonitas pero tan distantes una de la otra, a simple vista no podría existir una relación tan grande, sin embargo vamos a analizar algunos aspectos dentro del ejercicio del campo de la belleza hablando en términos generales que sin duda nos demostrarán que no se encuentran tan alejadas una de la otra como imaginábamos.

Y es que hablar de belleza se remonta hasta la época de Platón quien decía que la belleza hace referencia a que “gusta, que atrae, que despierta admiración, agrado, fascinación”[1], definición que no se encuentra muy lejos de la planteada por la RAE[2]: “Cualidad de bello” o “persona o cosa notable por su hermosura”,  y es debido a esto que hablar de belleza es algo muy subjetivo, ya que lo que es bonito o bello para una persona no necesariamente lo es para otra, sin embargo, la sociedad ha establecido un canon de belleza y que no es más que un conjunto de características según las cuales la sociedad en general considera como atractivas, bonitas o deseables a las personas, es por esto que decimos que la belleza de las cosas dependen de los ojos o el cristal con que se la mira.

Hoy en día escuchar hablar de estética tampoco es raro, la oferta de tratamientos estéticos es inmensa (reduzca medias, obtenga cintura de avispa, elimine los brazos de murciélago, rejuvenezca 100 años, entre otros), y es que, su relación directa y estrecha con la belleza ha hecho que de cierta manera belleza y estética se conviertan en una especie de sinónimo.

De acuerdo con la RAE[3] se considera a la estética como: “disciplina que estudia la belleza”; sin embargo para Kant, la estética es como la doctrina de la filosofía del arte, concibiendo lo bello como una forma particular del ser, sin embargo la estética antigua no ha podido explicar el por qué lo bello es apreciado por diversos hombres de distinta manera, esto de acuerdo a los cánones que se han establecido en cada época, las clases sociales, el nivel  económico e incluso el social.

Y es sin lugar a dudas que todos estos cánones  ha hecho que nosotras las cosmetólogas tengamos un hermoso y gran campo de trabajo, pero no fue hasta que obtuve mi titulación y que mi curiosidad fue más grande que me di cuenta que el campo de la belleza es hermoso pero también un nicho donde la información de las personas rueda sin ningún tipo de cuidado o precaución.

Muchos se preguntarán a que me refiero y para eso utilizaré algunos ejemplos.

Cuando vamos a la peluquería en el caso de las mujeres nos sometemos a varios servicios, entre ellos arreglo de manos y pies, peinados, depilación.  Sin embargo ninguno de nosotros se ha puesto a pensar que todos estos servicios dejan a la deriva muestras biológicas que contienen valiosa información personal genética como el ADN.

Es así que, si hablamos de las uñas, estas en sí mismas no sirven para extraer ADN, pero sí las células de la piel que se quedan adheridas a ellas. Las uñas de los pies son más fiables, porque es más probable que no estén contaminadas con el ADN de otras personas. Las uñas de las manos pueden tener residuos o células de otras personas, y provocar una mezcla de perfiles y, con ella, la anulación del análisis. Sin embargo, la tasa de éxito para obtener ADN de uñas de los pies es del 85%, algo que jamás en la vida se me hubiera imaginado ya que llevo más de 20 años haciéndome un pedicure.

Y qué decir del cepillado y peinado, alguna vez se han puesto a pensar en cuantos cabellos nos arrancan de raíz cada vez que vamos al salón? O que pensar de la depilación donde nos arrancan hasta el último suspiro?.

Pues en este caso para hacer una prueba de paternidad o de maternidad se necesitan, al menos, 3 ó 4 pelos con raíz. La tasa de éxito para obtener ADN es del 85%. Ya saben cuántos nos arrancan de un jalón en una depilada e incluso de zonas donde ni el sol se atreve a llegar y por tanto la tasa de contaminación de los mismos es bajísima.

Pero el tema no termina ahí en los últimos tiempos han vuelto de moda las barberías, a las cuales los caballeros asisten para el arreglo de sus barbas, sin embargo sabían que en el depósito de la maquinilla de afeitar eléctrica, junto con los pelos, quedan células cutáneas que también pueden ser utilizadas para obtener ADN. Su tasa de fiabilidad es del 80%.

Todo este análisis me puso los pelos de punta debido a que jamás he visto  políticas de manejo adecuado de muestras biológicas (uñas, cabellos, paños de depilación) o protocolos de deshecho de este tipo de deshechos (biológicos) en los salones.

Todo lo desechan en mismo lugar sin el menor reparo y es ahí cuando mi cabeza empieza a dar vueltas como novela de terror, y si toman un pedazo de mi uña y la implantan en la escena de un delito? Y si ponen un cabello mío en un lugar inapropiado solo para causar daño a mi imagen?

La menta empieza a volar y después te acuerdas que una vez fuiste a una estética para hacerte un tratamiento y llenaste una ficha con millón de información entre ella información médica y te preguntas, que tratamiento le dan a mi información, tienen sistemas de protección de datos, como manejan mi información dentro de la estética, quien tiene acceso a ella? Realizan procesos de anonimización de datos cuando comparten información de evaluación de tratamientos realizados.

En fin los cuestionamientos en relación al uso y manejo de nuestros datos si bien pueden en este caso sonar o parecer muy sacados de película o ciencia ficción los dejo con la inquietud para que puedan revisar si en sus países existen medidas específicas para estíticas, centros de belleza y otros para el manejo adecuado de desechos de muestras biológicas como se lo exige en consultorios médicos, veterinarios, hospitales y centros de salud, así como si en sus países los centros de estética desde el más grande hasta el más pequeño cuenta con algún sistema de protección de información de sus clientes.

No busco que dejemos de ir a estos lugares o nos creemos una paranoia solo busco despertar un poquito la curiosidad de ustedes y que así como yo puedan buscar espacios donde pensaban que no había posibilidad de converger y que se pueden sorprender.


[1] Anónimo s/f: Apuntes de Filosofía Estética – Platón la Idea de la Belleza”. Recuperado el 25 de mayo de 2018 a las 18:30 del sitio: https://sites.google.com/site/apuntesfilosofiaestetica/tema-4-la-estetica-y-los-filosofos/platon-teoria-de-la-belleza

[2] Diccionario de la Real Academia Española (RAE). 2017. Recuperado el 25 de mayo de 2018 a las 21:27 del sitio: http://dle.rae.es/?id=5Jw7ezp

[3] Diccionario de la Real Academia Española (RAE). 2017. Recuperado el 25 de mayo de 2018 a las 21:27 del sitio: http://dle.rae.es/?id=GrPCrf2

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